lunes, 21 de octubre de 2013

Reflexión sobre "La ruta hacia la consolidación fiscal"

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Durante los últimos años, cada vez que las empresas encuestadoras consultan al ciudadano costarricense sobre los principales problemas que aquejan a nuestra sociedad, los resultados, en uno u otro porcentaje, suelen ser los mismos: la pobreza, el desempleo, la inseguridad y el costo de la vida, entre otros, son los temas que suelen acaparar la atención inmediata en la vida cotidiana. 

Como diputada de la República y representante popular, jamás me atrevería a cuestionar el sentir de la población nacional sobre tales problemas, no en vano el viejo refrán que dice “vox populi, vox dei”. (La voz del pueblo es la voz de Dios)

Sin embargo, hay un problema de carácter estructural que pocas veces es mencionado en las encuestas y que afecta en gran medida la forma en que el Estado resuelve las preocupaciones anteriormente señaladas: me refiero al déficit fiscal que, en términos simples, se origina por gastar más de lo que nos ingresa, lo que obliga al Gobierno Central a pedir préstamos para poder cubrir ese faltante de dinero. 

Ciertamente no es un tema nuevo en la agenda pública, pero lo cierto es también que lo hemos venido posponiendo año con año, transformándose en una especie de “bola de nieve” que se ha vuelto insostenible e insoportable.

Basta con repasar los siguientes datos:

·         El 29.2% del Presupuesto 2014 se utilizará para el pago de la Deuda Pública, es decir, ¢1.9 billones, mientras que del total presupuestado (¢6.6 billones), el 42.7%, sea, ¢2.8 billones, deben financiarse a través de títulos valores.

·         Según cálculos de la Contraloría General de la República (CGR), en este momento se requiere un ajuste estructural de por lo menos un 3.4% del PIB, es decir, se necesitan cerca de ¢900 mil millones para lograr, al menos, un equilibrio en las finanzas públicas.

Ante la magnitud de tal panorama, el señor Ministro de Hacienda, Dr. Edgar Ayales Esna, presentó la semana pasada el documento “En Ruta hacia la Consolidación Fiscal: Agenda para un Diálogo Nacional”. 

Dicha propuesta describe un conjunto de opciones mediante las cuales puede lograrse un ajuste fiscal que lleve a las finanzas públicas a una senda sostenible durante los próximos 4 o 5 años, y a mejorar su aporte al desarrollo económico y social del país. 

Estas opciones, no necesariamente consensuadas, surgieron de un proceso de consultas que se inició en enero del presente año y ahora sirven para profundizar el diálogo con todos los sectores de la sociedad, con el fin de identificar las áreas de mayor convergencia para que eventualmente se plasmen en uno o varios proyectos de ley.

No se trata de un plan impuesto a la fuerza o de manera intransigente. Todo lo contrario. El propósito es presentar objetivamente el actual escenario de las finanzas públicas para que, entre todos, podamos elegir y definir cuál es la mejor alternativa para solucionar este problema. Así de simple.

El déficit fiscal no es asunto exclusivo de esta Administración; es un problema heredado que tan solo refleja la incapacidad que hemos tenido para ponernos de acuerdo. 

Por eso, el llamado que hacen las autoridades de Hacienda representa una impostergable e inmejorable oportunidad para que los tres Poderes de la República, junto a partidos políticos, candidatos presidenciales, sectores productivos, sindicatos, trabajadores y trabajadora, ciudadanos y ciudadanas, coincidan en una sola mesa para dialogar, analizar y exponer sus puntos de vista sobre la calidad del gasto, exoneraciones, evasión, contrabando, sistemas de recaudación y gobernabilidad fiscal, todo enmarcado en la meta de lograr consensos y concretar acuerdos.

Tal como lo señala el señor Ministro en el documento mencionado: “No podemos postergar más el esfuerzo para encontrar solución a esta compleja problemática fiscal que compromete el bienestar y la prosperidad del país. Este diálogo que empezamos hoy será incluyente y transparente, por lo que insto a todos los sectores a que participen activamente en esta decisión nacional.”


Así las cosas, participemos de este diálogo con seriedad y sentido de negociación; dejemos de lado los intereses particulares y asumamos con valentía la responsabilidad, delegada por el pueblo costarricense, de tomar acciones y decisiones. 

No se trata de un tema cualquiera. Se trata de darle sostenibilidad en el tiempo al Estado Costarricense; se trata de garantizar los recursos necesarios para procurar el mayor bienestar a todos los habitantes del país, tal como lo exige el artículo 50 de nuestra Constitución Política.
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Diputada Siany Villalobos Argüello Copyright © 2011 -- Template created by O Pregador -- Powered by Blogger